¡FELIZ Y COMBATIVO DÍA DE LOS TRABAJADORES!

Compartimos el Manifiesto ante el 1° de Mayo de
  IGLESIA POR EL TRABAJO DECENTE


Extracto del Manifiesto ante el 1° de Mayo (completo en: www.iglesiaporeltrabajodecente.org)

Priorizando a las personas
Descartamos la indecente precariedad

De nuevo, ante el 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, las organizaciones que promovemos la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente unimos nuestras voces y fuerzas en esta fiesta de los trabajadores y trabajadoras y de san José obrero para celebrar el sentido creador del trabajo, y para poner de relieve la urgente necesidad de poner fin a la lacra de la precariedad laboral que caracteriza el actual sistema de relaciones labores y que lesiona los derechos de las personas trabajadoras y de sus familias.

Constatamos que el trabajo decente, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es un elemento imprescindible para la justicia social y la cohesión de toda la humanidad.

La indecente precariedad del trabajo está afectando duramente a la juventud hundida en una pobreza crónica que les imposibilita un proyecto de vida; a familias cuyas necesidades básicas quedan sin asegurar o sin cubrir, como son el techo, luz, comida, ropa o medicamentos; y a personas mayores que sufren una vejez sin calidad a causa de unas pensiones indignas. Se trata de situaciones provocadas por un sistema capitalista injusto que sitúa el trabajo, no como fuente de vida y dignidad, sino como recurso al servicio imperioso del capital a costa de la precariedad latente de las personas trabajadoras y de la exclusión de todos a los que el papa Francisco define como “descartados”

Afirmamos que el trabajo es esencial para la vida de las personas porque ayuda a construir nuestra humanidad. El trabajo está en función de la persona y no la persona en función del trabajo como señaló Juan Pablo II en Laborem exercens, 6.

Desde estas constataciones, reclamamos:

Que se sitúe a la persona en el centro de la vida política, de las relaciones laborales y del trabajo, a fin de abordar la indecente precariedad que descarta a millones de personas al acceso “a un trabajo decente y no de cualquier modo”

■ Que se haga efectivo por parte de los poderes públicos el derecho a un trabajo digno para todas las personas, ya que el trabajo es expresión de la propia dignidad

■ Que se reconozca social y jurídicamente el trabajo de cuidados. Para ello necesitamos un planteamiento nuevo de políticas sociales, de género y educativas que facilite una prestación de los cuidados compartida por hombres y mujeres, y que posibilite una igualdad real de oportunidades en el lugar de trabajo.

Afirmamos que el trabajo es para la vida, por lo que se tiene que producir en unas condiciones laborales que garanticen la integridad física y psíquica de la persona, y que garanticen su protección social.
                                                                                               Madrid, 23 de abril de 2019



CARITAS – CONFER – HOAC – JUSTICIA Y PAZ – JEC – JOC



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