¿Has pensado ya lo que es evangelizar a los hombres?
Mira, evangelizar a un hombre es
decirle: ”Tú también eres amado de Dios en el Señor Jesús.” Y no sólo
decírselo, sino pensarlo realmente. Y no sólo pensarlo, sino portarse con este
hombre de tal manera que sienta y descubra que hay en él algo de salvado, algo
más grande y más noble de lo que él pensaba, y que se despierte así a una nueva
conciencia de sí. Eso es anunciarle la Buena Noticia y eso no podemos hacerlo
más que ofreciéndole nuestra amistad; una amistad real, desinteresada, sin
condescendencia, hecha de confianza y de estima profundas... Es nuestra amistad
lo que ellos esperan, una amistad que les haga sentir que son amados de Dios y
salvados en Jesucristo.
De “Sabiduría de un
pobre” (Eloi Leclerc)