CONCLUYEN LAS CELEBRACIONES DEL 50 ANIVERSARIO DE LA PRESENCIA DE LOS HIJOS DE LA CARIDAD EN ESPAÑA

Hace justo un año vivíamos en la parroquia de San Rafael el inicio de un tiempo de celebración del 50 aniversario de los Hijos de la Caridad en España. En esa jornada de fiesta presentamos un escrito llamada “Mirada agradecida” donde hacíamos una relectura de esa historia de 50 años. Nos sentimos muy acompañados y queridos. La eucaristía la presidió nuestro obispo D. Joaquín.

Otro momento importante de este año de fiesta fue el encuentro en la parroquia María Mediadora de Vallecas, donde empezó todo. Aquel encuentro entrañable no fue solo para rememorar el pasado sino para tomar conciencia de que aquel camino iniciado hace 50 años en aquella primera parroquia que acompañaron los Hijos en España continúa hoy en San Eladio y San Rafael: comunidades parroquiales fraternas, misioneras y solidarias.

Otro momento importante de este jubileo fue lo que hemos llamada El foro de las periferias. Con el que invitamos a toda la Iglesia a reflexionar y compartir lo que se vive en los barrios populares, a cómo llevar la buena noticia de Jesús a los pobres, a hacer de la periferia el centro de la Iglesia. Animados por la insistencia del papa Francisco.

Con esta celebración concluimos este aniversario. Y lo hacemos con la presencia de Pierre, nuestro superior general. Y su presencia nos trae la conciencia de que los Hijos de la Caridad de España formamos parte de un cuerpo apostólico mucho más grande. Una familia compuesta por unos 160 hermanos, de más de 15 nacionalidades. Nos une a los hermanos del continente americano: Canadá, Méjico, Colombia y Brasil. De África: Costa de Marfil, República Democrática del Congo y Congo. De Asia en Filipinas y de Europa: Francia y Portugal.

Aunque al final de este año nos sentimos un poco cansados y conscientes de que no nos faltan debilidades y problemas, nos sentimos a la vez profundamente agradecidos por tanto bien recibido sobre todo de vosotros, de aquellos que compartís nuestra vida y nuestra misión.


Que disfrutemos de esta celebración y le demos gracias a Él, el verdadero protagonista de todo lo que vivimos.