PREGÓN de
CUARESMA
Escuchad
amigos, el Pregón de Cuaresma.
Prestad
atención a esta invitación. Oíd la Buena Noticia.
Con el
Miércoles de Ceniza, comienza el camino de la Cuaresma.
El pueblo de
Israel caminó cuarenta años hacia la Tierra Prometida.
Jesús fue
tentado durante cuarenta días en el desierto.
Dentro de
cuarenta días, la fe de los cristianos difundirá la Buena Noticia:
¡Cristo ha
resucitado!
Poneos en
marcha, amigos, para hacer el camino de la Cuaresma.
Vivimos el
tesoro de nuestro bautismo en vasijas de barro.
Por eso, es
necesaria:
la oración libre como un diálogo de amigos;
la
austeridad generosa, propia de los valientes;
y la ayuda a
los demás, la solidaridad,
como fruto
de la vida nueva nacida en nuestro bautismo.
- Hagamos un
alto en el camino para recuperar la interioridad
y repensar
nuestra vida como Jesús, en el desierto.
- Ensanchemos
el horizonte de nuestras desesperanzas:
un nuevo
mundo, una nueva sociedad,
están ya
presentes en medio de nosotros.
- Busquemos, como la
samaritana, el manantial del agua
que
verdaderamente calma nuestra sed.
- Que Jesús
abra nuestros ojos ciegos
para
redescubrir los auténticos valores de la vida.
- Que el amor
y la amistad construyan, como Jesús y Lázaro,
un nuevo
tejido de relaciones personales y colectivas.
Hagamos
posible la nueva vida que llevamos dentro
y
comuniquémosla a nuestro mundo.
Echemos a
andar por el camino cuaresmal,
aprovechemos
las oportunidades que nos ofrece la Iglesia
para rehacer
en nosotros toda la riqueza de nuestro bautismo
y anunciar a
nuestro mundo que todavía hay una oportunidad.
Tomado de Homilética (2014/2)