
Por todo lo que me das.
Gracias por los días de sol y
los nublados tristes.
Por las tardes tranquilas y las noches oscuras.
Gracias por la salud y la enfermedad.
Gracias por las penas y las alegrías.
Gracias por todo lo que me prestaste y
luego me pediste.
Gracias por el amor y
por todo lo hermoso y dulce.
Gracias por las flores y las estrellas.
Por la existencia de los niños y
las almas buenas.
Gracias por la soledad, por el trabajo,
por las inquietudes y las lágrimas.
Gracias por todo lo que me acerca a ti. Gracias
por haberme conservado la vida. Gracias por
haberme dado abrigo y sustento.
¿Qué me darás en este nuevo día?
Lo que quieras, Señor,
pero te pido FE para mirarte en todo,
ESPERANZA para no desfallecer y
CARIDAD para amarte cada día más y
para hacerte amar por
los que me rodean.
Dame PACIENCIA y HUMILDAD,
desprendimiento y generosidad.
Dame, Señor, lo que tú sabes
que me conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón abierto,
el oído atento y las manos activas y
que me halle siempre dispuesto
a hacer tu santa voluntad.
Derrama, Señor, tus gracias
sobre todos los que amo y
concede tu PAZ al mundo.
En tus manos me pongo,
haz de mí lo que tú quieras.