¿Qué haría falta? Hacen falta
hombres que amen a esas muchedumbres, que comprendan su infortunio y
su abandono espiritual, que vayan a ellas, que les muestren su
interés y su cercanía, que se entreguen de tal forma a ellas, que
se pongan hasta tal punto al servicio de los obreros y a su
disposición, que pongan de tal manera a su alcance a Dios y la
religión, en la predicación, en los oficios, en la distribución de
los sacramentos, en las obras, que puedan decir de ellos: «Estos son
nuestros hombres, son nuestros, sólo nuestros, siempre podemos
recurrir a ellos, nunca nos rechazarán, se interesan por todo lo que
nos interesa, trabajan para nosotros, son nuestros, tenemos un pastor
y un padre.» (P. Anizan-1917)
Qué actuales siguen siendo
estas palabras de nuestro fundador. El mundo sigue necesitando
hombres que se consagren totalmente a Dios y se pongan al servicio de
los pobres.
Si te sientes atraído por nuestra
propuesta, si te haces preguntas sobre tu vocación, no dudes en
ponerte en contacto con nosotros.
Podemos ayudarte a discernir la llamada de Dios en tu vida: jmsopena@hijosdelacaridad.org
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