Cuando te has
olvidado de ti mismo,
cuando te has
agotado en el servicio a los últimos,
cuando has
vencido la tentación de cualquier apego,
cuando has
aceptado el sufrimiento como compañero,
cuando has
sabido perder,
cuando ya no
pretendes ganar,
cuando has
compartido lo que tú necesitabas,
cuando te has
arriesgado por el pobre,
cuando has
enjugado las lágrimas del inocente,
cuando has
rescatado a alguien de su infierno,
cuando te has
introducido en el corazón del mundo,
cuando has
puesto tu voluntad en las manos de Dios,
cuando te has
purificado de tu orgullo,
cuando te has
vaciado de tanto acopio superfluo,
cuando te
sientes herido...
brilla en ti,
gratis, la luz de Dios,
sientes su
presencia irradiando frescura primaveral,
y su perfume te envuelve y reanima.
Ya no necesitas
otros tesoros.
Dios te
acompaña,
te habla,
te protege.
Te sientes
esponjado en un mar de dicha…
Y si no estás en
las nubes,
es un Tabor
que se te ofrece
gratis,
para que
disfrutes ya lo presente
y camines firme
y sin temor.
Ulibarri Fl.